Sensacionalismo para ignorantes

Me indigna escuchar a supuestos especialistas de la psique humana en la televisión señalando la fobia a la suciedad de José Bretón, como si esa característica, presente en millones de seres humanos en el mundo, fuese determinante para diagnosticar a alguien que la posea como un asesino en potencia.

¿Y qué si es un obseso de la limpieza? Yo tengo muchas fobias, a cada cual más excéntrica, y jamás se me pasaría por la cabeza acabar con la vida de unos niños. ¿Sabéis lo que significa esa fobia, señores psicólogos que acuden a programas matinales sensacionalistas para marujas a decir paridas? Significa que es muy limpio. Punto.

¿Y no es mucho más patológico que tocar las cosas con papel higiénico, el hecho de divertirse viendo como un animal agoniza hasta la muerte mientras es torturado por un pijo resentido? ¿Por qué no analizáis ese desequilibrio del sistema de valores y de los impulsos más primarios de la mente humana, señores iluminados?

Inauguración de La Tienda de Chuches



¿Qué? ¿Ya han pasado dos años? ¡Rediós! ¿Y se me ocurre justo ahora resucitar este blog? En fin, sólo puede pasarme a mí el volver a sentir ganas de bloggear, ahora que todo el mundo está subiendo fotos de cuerpos tatuados a Tumblr o se limitan a contar sus cosas en Twitter.

Siento que Blogger está muerto, como lo está Fotolog o como lo está Tuenti en cuanto uno llega a una edad en la que encuentra en Facebook lo que una red social cutre para canis españoles no le puede dar. Entonces, ¿por qué vuelvo? Pues porque me desencanté muchísimo de mi otro blog, Winning Days, en el que todo era color pastel, muñequitos y ropa bonita. Me encanta todo eso, pero... con esa actitud sólo te van a escribir niñas otakus, y recuerda: no tienes mucho en común con ellas.

Por eso mismo dejé de escribir el blog, porque estaba hasta el culo de encontrarme muñequitos manga y animes de niñitas, cuando hacía tiempo que había dejado ese rollo. No podía ponerme a parir el fanservice, el moe o mi odiado lolicon sin que, posiblemente, una panda de bloggers otakus se sintiesen ofendidas.

¿Y por qué ofenderlas? El llenar mi blog de imágenes de Cinnamonroll y de ropa lolita para luego criticar la hipócrita sociedad japonesa podría ser interpretado como una provocación o un intento de trolleo. Ya sabes, si te gusta Japón por su historia, su arte y su moda, tiene que gustarte también que sean unos reprimidos sexuales y que los oficinistas metan mano a las colegialas en el tren bala. Una visión muy maniquea: o te gusta todo o lo odias todo.

Y además, ¿yo de qué iba a hablar para atraer las visitas a mi blog y que me comentasen? No es por nada, pero mis intereses distan mucho de los suyos. Mi forma de extresarme dista mucho de la suya. Soy una hiperléxica que detesta poner >.< miles :-) de caritas ^_^ que no vienen D: al cuento XD

Este presente blog fue en su momento El Peso del Mundo, un intento para, con mi extensa cultura pop (sin ánimo de presumir, por favor) ganar dinero con AdSense. Mala idea, y me comencé a rayar de elaborar tanto los artículos para nada. Primera lección: si lo haces a lo cerdo te quedará mas natural y no perderás el tiempo en adornos. Luego me pasé al blog personal y... bah. Acabé igual. Mi auto-prohibición de escribir tacos (joder, qué hija de puta era conmigo misma) para no estropear el guapo diseño kawaii, me acabó hinchando los cojones, perdonen ustedes (¿qué más da? nadie leerá esto).

Una evolución de dos años desemboca en la actual Tienda de Chuches, de la cual me cansaré antes de los dos años (puede que antes de los dos meses) y acabaré haciendo otro blog porque "el anterior era muy ingenuo y acabé hasta los cojones de él". En fin, hasta que llegue ese momento, en el que mi personalidad evoluciona según voy cambiando de estilo blogger, me conformaré con el que hoy resucito.

Bienvenidos, y esas cosas...