Brave New World (Un Mundo Feliz)


De la WikipediaUn mundo feliz (Brave new world en inglés, literalmente «mundo nuevo y espléndido») es la novela más famosa del escritor británico Aldous Huxley, publicada por primera vez en 1932. El título tiene origen en una obra del autor William Shakespeare, La tempestad, en el acto V, cuando Miranda pronuncia su discurso.

La novela anticipa el desarrollo en tecnología reproductiva, cultivos humanos e hipnopedia que, combinadas, cambian radicalmente la sociedad. El mundo aquí descrito podría ser una utopía, aunque irónica y ambigua: la humanidad es desenfadada, saludable y avanzada tecnológicamente. La guerra y la pobreza han sido erradicadas, y todos son permanentemente felices. Sin embargo, la ironía es que todas estas cosas se han alcanzado tras eliminar muchas otras: la familia, la diversidad cultural, el arte, la ciencia, la literatura, la religión y la filosofía.



Muchas personas se sentirían encantadas de vivir en la sociedad que se describe en este libro: ocio, dinero para gastar en ocio sin prejuicios sociales, sexo libre y drogas socialmente bien vistas y sin efectos secundarios. Pero nada más lejos de la realidad: en este mundo feliz no existe la libertad, la gente definitivamente no hace lo que quiere. Porque han sido condicionados desde el mismo momento en el que fueron concebidos in vitro a pensar y actuar de una manera determinada, de la manera que los interventores, y en última instancia, los predestinadores de los centros de cultivo, quieren.

Un mundo en el que tanto hombres como mujeres hablan de sí mismos como si fuesen artículos de ocio, tal y como dice Bernard Marx acerca de Lenina, como pedazos de carne. Donde te enseñan desde pequeñito a tener relaciones íntimas con cualquiera, porque el hecho de desear a alguien que no se tiene impide ser feliz, o de querer a alguien desata las pasiones. O bien nacer de tubos de ensayo, donde no existe la familia porque una madre querría a sus hijos y eso va contra la máxima del orden mundial de "todo el mundo pertenece a todo el mundo". Y donde la tristeza y la melancolía, sensaciones negativas, pero humanas, son eliminadas a golpe de tabletas de soma.

Una sociedad consumista y superficial. Una extraña mezcla entre comunismo y capitalismo. Donde el arte, la ciencia, la literatura están prohibidos por ser antiguos. Done te obligan a ser feliz, porque la felicidad de los individuos da estabilidad al sistema. Pero es una felicidad falsa, inducida, sin verdadero sentimiento. Sólo los más inteligentes dentro de la más alta casta (Alfa-más) pueden escapar a las lecciones pavlovianas o a la hipnopedia, pero son apartados de esta sociedad, destinados a islas para que no desestabilicen a los demás ciudadanos conformistas. La gente está contenta con su sexo fisiológico, su droga anti-tristeza, su eterna juventud y su enorme inversión en ocio.

"Un Mundo Feliz" retrata a una sociedad avanzada que ha perdido su humanidad. Acabo de leerla y la añado al grupo de obras maestras de la literatura de distopías.

2 comentarios:

  1. El gran mérito tanto de Huxley como de Orwell es haber predicho algunos rasgos que ya están presentes, aunque disimulados, en la sociedad actual, es decir, no de forma tan exagerada, aunque con una estructura calcada. Orwell y Huxley describieron sus terroríficos mundos futuros como crítica al totalitarismo estalinista, pero, en una paradoja más, el "mundo libre" del neolibeGalismo ha sabido asimilar todas las grandes "ventajas" del totalitarismo de Stalin y colárnoslas vía "democrática", a veces con el disfraz socialdemócrta y otra con el disfraz NEOlibeGal. Un 10 para estos dos autores, las obras de las cuales deberían ser enseñadas en las escuelas para que las futuras generaciones sepan identificar lo que es un lobo donde creen ver un cordero.

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  2. Me chocó muchísimo que Huxley en 1932 ya se imaginó la fecundación in vitro. Me parece que estos autores tenían una gran imaginación, pero que a la vez se anticiparon a su tiempo. Las realidades que describieron son, por supuesto, exageradas, pero alguos detalles fueron claramente copiados y adaptados al sistema actual. Como lo del ocio, que es igual a las múltiples formas de diversión de la sociedad del bienestar. Como lo de tener que gastar mucho dinero para poder divertirte. A mí me gustan los videojuegos, pero veo que los niños de ahora no se divierten también con juegos imaginativos como hacíamos nosotros de pequeños. No me extraña ya ver en un parque, en lugar de niños corriendo, niños con la portátil, que es más adecuada para días de lluvia. Y de cómo te tratan o piensan de tí si no haces lo que hace todo el mundo, como cuando los demás criticaban a Bernard por la espalda. Bueno, muchas cosas, ¡pero no puedo decirlas todas ahora!

    Saludinos!

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