Me saca de quicio la gente que que dice que los suicidas son unos
cobardes por no afrontar la vida con valentía. Un hurra por ellos, sobretodo cuando son personas que
no han tenido un problema grave en su vida, o que lo han tenido y han
recibido apoyo o que durante toda su vida nadie les ha hecho creerse una
persona menos importante que el resto. Son tan guays, tan vitales y tan
positivos que no se les ocurrió pensar que, cada persona es distinta,
tiene un aguante distinto frente a las presiones sociales, y cada uno
responderá de una manera diferente.
Hay personas que viven situaciones
traumáticas sin verse afectado mientras que otras, tan sólo por vivir el
divorcio de sus padres, este hecho les marcará para el resto de su
vida. Hay gente que afronta terribles enfermedades hasta el final de
éstas con vitalidad, mientras que otras, por el simple hecho de perder
su dinero y haber fracasado como adulto responsable frente a la
sociedad, no soporta la vergüenza y se quita de en medio. Y éstos no son
más cobardes que los otros, sino que son más sensibles, por
circunstancias van a aguantar peor las situaciones límite, y ya está, es
así su carácter y su personalidad, y no porque la sociedad les
considere cobardes, ni tampoco porque no intenten sobreponerse, van a
cambiar, porque es imposible cambiar eso.
Y es lo que hay que
comprender, lejos de quedar bien en redes sociales diciendo "yo lo pasé
muy mal pero soy valiente", hay que entender que la gente no tiene que
aguantar todo lo que le echen encima, y procurar ayudar a esta gente
cuando da señales de debilidad, porque en cuanto se quitan la vida, nos
echamos las manos a la cabeza, cuando no hicimos nada por evitar que
llegase a ese punto. Y para encima, lo insultamos alegando cobardía.
Esto es algo que me toca la fibra sensible de manera muy especial
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