Visiones de una garajera en un bar de metaleros


Quisiera actualizar más a menudo, pero como ando ocupada y con exámenes, pues ya se sabe. Pero intentaré escribir todas las chorradas que me vengan a la cabeza, y sin filtro.

Bueno, como el grupo de frikis con el que me relaciono es metalero, todos los sábados me veo obligada a escuchar los a menudo horribles sonidos del averno que se supone que son los guturales, baterías como obuses disparando y guitarras chirriantes. Añado que definir el tipo de frikis que son va implícito en el tipo de música que escuchan, o sea: rol, videojuegos chungos y manga. Bueno, centrémonos. Me ha dado por catalogar a los subproductos de ese anti-estilo que se denomina "metal" en mis largos momentos de aburrimiento y desidia vital. He aquí:

- Metal de los años 80: Sonoro, animado, con melodía, buen ritmo, muy visual y espectacular. Me gusta bastante, aunque no soy una gran fan. Suelo disfrutarlo en mis momentos de máxima euforia. Fue una gran época para el metal.

- Viking Metal: ¿Por qué queréis ser Conan? ¿Por qué las espadas, los dragones, las doncellas (y las guerreras sexys, que no falten), las armaduras? ¿Por qué El Señor de los Anillos y Warhammer Fantasy? ¿Por qué? Los seguidores de esta oda carente de elegancia son el motivo por el cual, la literatura fantástica, siempre tan repetitiva (con sus goblins y sus orcos y sus caballeros y sus ¡blah!) siga en liza a pesar de estar más quemada que una choni en un solarium.

- Metal motero: Como está mezclado con rock clásico y hard rock, suele ser escuchable. Saborcito a América, se puede oler el sudor, la gasolina de sus motos y la salsa barbacoa de sus chuletones. No escuchar durante mucho tiempo por riesgo a perforación del tímpano.

- Metal de Divas: Pues eso, las cantantes son mujeres, muy operísticas, bastante maquilladas, y se creen lo más de lo más. Éstas también tienen complejo de druidas, y son las causantes de que muchas mozas se interesen por la Wicca. Personalmente, me caen bastante como el culo, pero no me atrevería a decírselo por miedo a acusaciones de envidia y egolatrismo (menos la peliazul de The Agonist, que da miedo por un probable ataque físico, posible testosterona alta).

- Metal de niños: Hoy, en Barrio Sésamo, os enseñaremos a ser metaleros. Si te pegan en el cole por ir de oscuro y ser calladito, junta toda tu rabia en una bola inmensa en tu interior. A la mañana siguiente cagarás una camiseta de BMTH, BFMV, o algún otro compendio de siglas para parecer más exclusivo, como si supieses código Morse. Todo el mundo tiene derecho a sentirse exclusivo, aún pareciendo ridículo.

- Black/Death/Gothic/Qué más da, todo es lo mismo: Oscuro, sucio, pretenden ser transgresores mostrando en sus vídeos sangre, mierda, tetas, como si ninguna de estas cosas las hubiésemos visto antes. Sacrifican la música en nombre de Satán y de una panda de fans con media neurona entre todos. Mal maquillados y feos.

- Metal alternativo/Rap Metal: De éste disfruto mucho más. Grandes grupos como Linkin Park, Deftones, e incluso Slipknot. Incluyo también a System of a Down, aunque una profana como yo no sepa definir las diferencias, los meto dentro de este tipo de metal que, lejos de ser caótico, tiene mucha fuerza, buenas letras y melodías que me cautivan. A veces son melódicos y están algo distorsionados. Si no fuera por éstos, habría perdido hace tiempo la fe en la humanidad.

Igual me he quedado algo corta, pero juro que a veces me faltan adjetivos para definir el horror que ven mis ojos. O bien para describir el placer de una buena canción, oye, que no todo es mierda lo que huele. En fin, cuando tenga otro momento de lucidez, volveré por aquí con más y mejor. Nos os preocupéis, que tengo para todos.

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