Cosas de un salón del manga que me sacan de quicio

No hace falta explicarlo mucho, son esos elementos perturbadores de la armonía en los salones/convenciones que me provocan un fuerte rechazo y una sensación de desubicación bastante seria. Algunas son experiencias personales propias y otras, ya son norma e imprescindibles en este tipo de eventos:

 - Niñas con carteles de "Abrazos gratis": Ya sé que queréis conocer gente mientras sentís el roce de sus cuerpos contra vuestros incipientes pechos de preadolescentes otakus, pero permitid a una sola neurona de vuestro encéfalo madurar para que os deis cuenta del ridículo que hacéis con vuestros super cartelitos kawaii neko desu ~~.


- Narutards con akatsuki y bandana: Aunque mueran cigarras por calor, el narutard promedio no prescindirá de su espantosa bata negra con nubecitas rojas y su bandana sudorosa que no se quitará hasta que en su frente no haya un simpático contraste del tipo "helado de dos sabores" y la piel que antes cubría la bandana finalmente quede blanquecina y salpicada de glándulas sudoríparas inflamadas.


- Gorros de Teemo: Ni jugué nunca al LOL, ni me interesa, ni le tengo especial tirria al juego en sí. A los que sí les voy cogiendo cada vez más aversión es a los Lolers que, ahora que se creen deportistas por clicar el ratón en un videojuego online con una mano mientras que con la otra se acarician el cipote, se han convertido en una verdadera plaga con sus estúpidos gorros de Teemo. Los cuáles, putos gorros más simples que el cagar, valen 30 euros o más. Pero es fácil estafar a unos gamers de palo con un trozo de tela si ya se les estafa bastante por skins de personajes que cuestan dinero real.


Y ahora, dos de mi propia experiencia personal:

- Niño con el cartel de "No soy friki, soy otaku": Querido engendro, cuando te bajen los testículos a la bolsa escrotal comprenderás que ha estado bien que hayas hecho esta separación de intereses. Debes de dejar bien claro que, mientras que nosotros, frikis comunes, disfrutamos de cómic, cine, literatura, series de televisión, rol, videojuegos y animación, tú tienes... Chicas neko.

- Niña con esvásticas pintadas en la cara: Bueno, es difícil de explicar sin caer en la estupefacción. Era una niña otaku, se supone que de "cosplay" (nótense las comillas, por favor, para algo las pongo) de Hetalia. Sí, el manga/anime en el cual cada personaje es un país durante la II Guerra Mundial y es... Yaoi... Para el que no sepa qué es "Yaoi": es amor homosexual. Sí, vamos, que una época donde murieron millones de seres humanos está siendo representada por personajes afeminados y situaciones cachondas. Y la niña Alemania, para expresar lo alemana que es, se pintó dos hermosas esvásticas en los mofletes como dos soles de grandes. Mi deseo de frotarle la jeta con un estropajo de alambre no fue pequeño.


¿Qué nuevas sorpresas y especímenes traeré tras la vuelta del evento del próximo finde? Próximamente lo descubriremos.

Proceso de cosplay de Rainbow Dash y Soarin en la Gala Pony (Parte III)



 Ya ha pasado el examen de biología molecular para el que estudié gran parte de este mes, y también pasé por una laringitis/faringitis/anginas (una detrás de otra, sin puntuación y sin solapamiento como el código genético) y ya estoy ultimando los detalles que me quedan para estrenar al fin mi flamante cosplay.

Ahora también se ha sumado mi novio para cosplayearse de Soarin, el pony Wonderbolt del que muchos se esperan que entable amistad y algo más con Dashie. Pero como pocos hombres saben hacer cosplays y mi novio no es uno de ellos, yo le tuve que ayudar. Empiezo con lo mío:

 - Sandalias: Las tengo desde hace bastante. Ya que no encontraba sandalias doradas a buen precio en ninguna parte, las encargué en la página web de Stradivarius, y en cinco días me llegaron a la tienda. Están muy bien, porque son planas y con la cantidad de tiempo que las voy a llevar y lo que voy a caminar con ellas, ni se me pasó por la cabeza usar tacones. Tal vez en el futuro me pille unos para hacerme fotos.


- Peluca: No me gustaban los colores de la original. Muy pocos mechones rojos que quedaban mal, nada de naranja, amarillo fosforito y verde también fosforito. Cogí mis rotuladores y le di un aspecto nuevo. Ahora está mucho mejor, con colores menos payasiles, menos carnavalescos, y un degradado cuando pasa de un color a otro. También la estilicé con cera para el pelo, aplanándola un poco. ¿Lo malo? Usé rotuladores normales, no permanentes, y me van a dejar el cuello verde.



Y ahora, el cosplay de mi novio:

- Camisa: Se compró una camisa azul en las rebajas y me la dio para añadirle los rayitos de los cuellos, las rayas de los hombros y la CutieMark bordada que compró por internet, y que yo añadí al bolsillo del pecho. Los adornos los hice con goma EVA envuelta en tela dorada:


 - Alas: Como le da vergüenza andar con alas (hombres...), y además tendrá que moverse mucho porque es encargado de la sala de videojuegos, pensamos en unas alas plegadas que vayan enganchadas a la camisa por detrás con imperdibles como los de las mías.


 Bueno, y más o menos esta es la movida. Además, pertenezco al jurado del concurso de cortos y me los acabo de ver todos, así que ya tengo mis favoritos. Bueno, volveré pronto.

Posible ictus + proyectos de cosplays futuros

Aquí vuelvo. Me pasé la noche pasada entera con un fuerte mareo y dolor de cabeza, pulso rápido y fuerte, dolor y enrojecimiento en un ojo y hormigueo en un brazo, y todo esto, en la mitad derecha de mi cuerpo (menos mal, el corazón está del otro lado, y soy zurda), a parte de fatiga, nauseas y dolor de estómago. En resumidas cuentas, me dio una subida de tensión, en parte por los nervios de los exámenes y asignaturas que he de aprobar para que no me expulsen de la carrera (he de decir que estuve hasta las tres de la madrugada estudiando), en parte por el súper café negro que me tomé por la tarde. Me pasé toda la noche hasta las siete de la mañana pensando que me iba a dar un derrame cerebral. Pues de puta madre, normal que hoy me tome el día libre de estudio.

Ya me han llegado las sandalias doradas para el cosplay de Rainbow Dash, así que ya puedo decir que está oficialmente acabado. En los ratos libres de estudio me relajo pensando en futuros cosplays, y parece que este hobbie se ha convertido en mi favorito, porque aglutina actividades que me gustan y no se me dan nada mal (diseño, costura, moldeado con distintos materiales, pintura, maquillaje, peluquería).

Parece ser que el evento al que asistiré este marzo (el CometCon) no coincide con los carnavales de Oviedo. En tal caso, me vería sin cosplay para esta festividad "mainstream". En un principio, cuando aún pensaba que no iban a coincidir, decidí en ir de Campanilla, sólo tendría que comprarme el disfraz ya hecho en DisneyStore. Más tarde, me dijeron que el evento y carnaval coincidirían y pasé del tema, además de que no tendría ni peluca, ni calzado decente. Y ahora me vuelven a decir que no, que cada evento se celebrará en fines de semana distintos. Y ahora vienen mis posibilidades:

- Campanilla: Supondría tener que ir hasta un centro comercial para comprarme un disfraz infantil con el dinero que no tengo. Además, los zapatos verdes que venden a juego no llegan hasta la talla 37, que es la que calzo. Descartado.

- Erasehead: Un cosplay que me puedo hacer con mi propia ropa combinada de manera determinada, cuya mayor complicación es el peinado. Pero, ¿No es más apropiado para Halloween, por el tema raruno y oscurillo de la película? Pues sí, además de que este año cae de viernes y tengo posibilidades de ir a la tradicional fiesta del bar que frecuentamos (aunque, para variar, ni Dios conocerá el personaje).

- Rainbow Dash versión "de calle": La versión normal y corriente del pony volador. Aprovecharía la peluca, la cutiemark y las alas, y le pediría prestadas a mi novio las gafas de aviación. Es una posibilidad, además, podría ir de Applejack, pero el hecho de no tener tiempo para comprar en internet una peluca rubia decente y tener que tirar de tienda de disfraces, me echa mucho para atrás.

A parte de mi querido Dr. McCoy, versión "mujer y con veinte años menos", tengo ganas de ir de algo bastante impresionante, una armadura ligera, por ejemplo. Me entusiasmé con la idea de hacerme el cosplay de Halcón Cazador eldar de Warhammer 40k:


El que yo me hiciese sería, salvando las distancias con la perfección de este diseño, algo así, por ser yo mujer y flacucha. Simplemente maravilloso, armonioso, elegante, y alado, para variar. Si me da tiempo, empiezo este mismo verano con él. Si ya me conocen en la mercería, pronto lo van a hacer en la tienda de plásticos para hacerme las alas. Aunque tiraré más de goma EVA para el cuerpo.

Y nada más. Sólo espero sobrevivir a esta noche con todas las arterias en perfecto estado.

Una muestra de mi asco hacia Jessica Nigri

(Actualizo porque, como no podía ser de otra manera, estoy harta de estudiar).

Hace nada me quejaba del cambiazo que ha dado en los últimos tiempos el colectivo friki, y de la hipersexualización de éste. Antes de nada, quiero puntualizar algo, para demostrar que no soy una simple hater acomplejada:

- He de distinguir los cosplays sexys (ya sean masculinos o femeninos) y los puticosplays. Cosplays sexys siempre ha habido y habrá, porque siempre hubo y habrá personajes sexys. Las superheroínas con sus trajes ajustados y de escasa longitud y las guerreras de mundos fantásticos con armaduras que dejan al aire la tripa (no entraré a debatir si estas armaduras serían efectivas en un combate real). Pongo ejemplos femeninos porque son los que más llaman la atención y los que crean más polémica. Yo misma hice cosplay de la Avispa de Los Vengadores, el cual se puede considerar bastante sexy:


Si el personaje original lleva una indumentaria sexy, es de lógica que el cosplay también lo sea. Ahora bien, la cuestión atañe al hecho de reducir centímetros de tela, o modificar de cualquier otra forma un cosplay no sexy o poco sexy para convertirlo en algo que no tiene nada que ver con la imagen y personalidad del personaje original, hasta el punto de que el personaje sea irreconocible, y lo único que prime sean los atributos de la cosplayer. Es en este mismo punto en el que se pierde la esencia del cosplay para alcanzar el objetivo principal que es el de ereccionar penes frikis.

¡Oh, mira, una prostituta! Ah, no, es Jessica Nigri... Vale, sí, una prostituta
Y de esto radica mi especial asco hacia las cosplayers tetudas, embutidas en látex o directamente en bragas. En especial a la injustamente conocida y sobrevalorada Jessica Nigri.  Ains, Jessica Nigri, la choni siliconada disfrazada de friki. Esta elementa es la típica jefa de las animadoras del instituto que, al ver que no tenía nada mejor de lo que vivir, se metió al creciente negocio de vivir del frikismo. ¿Saber dibujar? ¿Saber escribir guiones? ¿Saber interpretar? ¡Por supuesto que no! Aumentarse ubres, contratar una modista para hacerle los puti-cosplays y a vivir del cuento como buena princesa de barrio americana. (Dice que ella misma cose los cosplays, permitidme declarar que tengo mis serias dudas. A ésta se le atasca la canilla y tira la máquina de coser por la ventana).

Se supone que en Assassin's Creed tienes que pasar desapercibida... Y lo consigue, sólo es un par de tetas
Entonces, siendo ella la típica cantamañanas de Jersey Shore y su novio el típico musculitos que les quitaba el dinero del almuerzo a los nerds en el instituto... ¿Por qué se ganó la confianza del público friki? Pues porque los frikis, deseando quitarse la fama de inhibidos sexuales, actualmente van por la vida de liberales, de modernos y de que follan tanto o más que la gente "normal", por ello alaban a cualquier tía que vaya zorreando en bragas por un salón del manga/cómic, provocando entre el común de la población, al contrario de lo que esperaban, quedar.... Exactamente, como inhibidos sexuales.

Un pikachu ¿De qué sexo será? ¡Lancémosle una porno-ball!
Jessica Nigri y otras listas como ella saben esto, y no dudan en aprovecharse. La invitan a eventos, la contratan como imagen de compañías de videojuegos y gana los concursos de cosplay aún habiendo cosplayers mucho mejores compitiendo contra ella. Y eso es tremendamente injusto. Es injusto que alguien se curre un cosplay que será menospreciado porque la que lo lleva no tiene una 120 de pecho. Es injusto que una pava que se ha hecho friki por negocio sea más famosa y tenga más peso en este mundo que alguien que de verdad viva con entusiasmo el ocio alternativo.

 Podría haber demostrado sus dotes como costurera haciéndose el vestido de gala, pero con éste ha demostrado dos cosas: 1) No conoce al personaje; 2) Con un vestido no podría ir enseñando el ombligo.
 Esta individua no es más que una meretriz que elige los personajes más sexys, o si no, los transforma para ello, se acorta la ropa y se pasea por las convenciones como si estuviese perdonando vidas. Es fea, fea, vieja, tiene cara de actriz porno, tiene el mismo pelo que Belén Esteban, pero en cambio, a la Nigri los frikis la alaban y dicen que está buenísima. ¡Es puro plástico! Está operada hasta en los cromosomas. Me dicen que tiene hepatitis B y me lo creo. No tiene absolutamente ni un atisbo de elegancia, belleza, feminidad natural. Es una muñeca hinchable con el cosplay de tu personaje anime preferido. ¿Qué la diferencia de una cantante pop que baile ligerita de ropa en sus videoclips? Nada, excepto que los frikis llamarán a esta última "puta" pero a Jessica Nigri la alabarán como a una diosa.

Se supone que va de un bichito peludo muy mono pero... Tetas. Cómo se nota que el LOL está de moda.
En resumidas cuentas, esta Barbie oxigenada da mala imagen al cosplay en general y desvirtúa a quiénes disfrutamos de esta afición. El cosplay es para ir caracterizado lo más parecido posible al personaje, no como excusa para demostrar lo buena que estás o lo guarra que eres. Espero que pronto haya una limpieza o escisión en el colectivo friki, porque ésta es una de las razones por las que cada vez me identifico menos con el mundo al que pensaba pertenecer. Al menos, no mientras haya tipas como ésta no sólo dentro, sino con un status tan alto que las hacen prácticamente intocables.

Proceso de cosplay de Rainbow Dash en la Gala Pony (Parte II)

Efectivamente, hoy debía ponerme a estudiar pero aquí estoy, atando cabos sueltos. Verdaderamente, esta es una entrada chorras, tengo planeada para la próxima soltar una buena bomba, pero es sólo una idea.

Bien, salvo por las sandalias, puedo dar por terminado mi cosplay de Rainbow Dash en modo pija. A un mes del evento, cierto, pero he de pasarme todo febrero estudiando DNA, replicación, intrones y demás movidas y no puedo estar distraía con la máquina de coser. Que soy responsable, aunque nadie se lo crea.

Hablando de sandalias, éstas me trajeron por la calle de la amargura, pues sólo a mí se me ocurre ir a comprar sandalias veraniegas en pleno invierno. No encontré nada, cabe decir. En el catálogo web de Deichmann las encontré, al fin, por 15 euros. Pobre de mí al ir  la única tienda que tienen en Asturias y comprobar que se les habían agotado, que reciben mercancía cada semana pero que lo mismo les pueden llegar como que no. Mi gozo en un pozo. En mi pueblo no había nada, evidentemente. Hasta que un rayo de luz me iluminó, proveniente de Stradivarius, en cuyo catálogo web había otras sandalias doradas, y por 10 pavos. En ninguna de las tres tiendas de Oviedo las tenían, pues es un artículo rebajado que se agotó, pero en la web sí, así que las encargué y la próxima semana las recogeré en la tienda. Gracias de nuevo, Inditex, casi haces que pase por alto las condiciones de semiesclavitud de tus empleados en el Tercer Mundo.

Por lo demás, aquí van los demás elementos ya terminados:

- Alas: Al final me decanté por los imperdibles en la parte trasera que engancharán al vestido. Pinté los bordes de las alas con esmalte de uñas azul con purpurina, pegué palos para helados comprados en un bazar chino entre las alas grandes y las pequeñas para darles rigidez, y finalmente, los imperdibles:

Lo de hacer "alas grandes" y "alas pequeñas" le da un acabado voluminoso.

- Cutie Mark: Hecha con fimo blanco (y bien seco, como ya comenté). La cocí en el horno, cuando estuvo ya fría y bien dura, la pinté con pintura blanca para miniaturas, y cuando hubo secado esa mano, le hice el dibujo de la nube y el rayo arco iris también con pintura para miniaturas. Cuando hubo secado, le di la mano final de barniz brillante para miniaturas, le pegué el imperdible detrás y ya está el broche terminado:

Eso sí, el puto miedo que tengo a que el enganche se despegue, caiga y se rompa...

- Corona de laurel: Esto es un poco lol. A la ramita que había recogido y fijado con laca, la pinté con esmalte dorado (de los chinos, obvio) y le había dado una buena mano de esmalte con purpurina dorada. Bueno, me estaba preguntado cómo ponerle un prendedor para engancharla a la peluca, cuando, en el Primark, al que fui a comprar "donuts" para hacer moños pomposos (uno de ellos lo forré con tela roja y lo usaré de coletero para el cosplay, pero no tiene misterio enseñar eso) me encontré con una diadema de metal dorado con... Hojas de laurel de metal dorado. Y por tres pavos. No lo dudé demasiado, y la compré, mandando a tomar por el culo la idea de la ramita, aunque aún la conservo. La diadema es mucho mejor, ya que me sujetará los mechones de la peluca que se vayan hacia mi cara (y ya que casi la desgracio al cortarle el flequillo, no pienso arriesgarme más con ella):

En primer plano, la ramita. Atrás, la diadema de metal.

Sólo quedan las sandalias y el vestido que no me da la gana de enseñar antes de llevarlo en el evento. Volveré cuando menos ganas de estudiar tenga.