Una muestra de mi desprecio hacia la serie "Aída"

Hace mucho tiempo que quería enfrentar este tema, y finalmente cuando ya no hay tema que enfrentar me decido a hacerlo. Tengo entendido que recientemente se terminó la serie de Telecinco "Aída", y aunque no puedo estar más contenta con este cese de las emisiones, pienso que el mal está ya hecho.

Hubo una petición por parte de los televidentes de que cancelasen "La Que se Avecina", debido a una supuesta falta de corrección política y contenido ofensivo. Cuando lo supe, me pregunté por qué se ponen así contra una serie que es hasta graciosa y en cambio no hubo queja alguna por "Aída".

"Aída" desde el primer capítulo, era una afrenta en toda regla a la dignidad humana: tratar de normalizar y banalizar la prostitución. Que un personaje se pusiese a hablar sobre sus actividades nocturnas remuneradas como quien dice que es peluquera o administrativo debería haber suscitado algún rechazo en la sociedad, pero no. La gente se reía y se igualaban (y esto es lo peor) con un personaje que se ganaba la vida abriéndose de piernas por dinero.

Pero no era una prostituta cutre, yonki y degradada tanto física como socioculturalmente como las que puedan salir en "La Que se Avecina", no. Ésta es personaje principal, con un status respetable en el barrio y que no siente reparos al admitir públicamente cuál es su trabajo ¿Cómo podían madres de todo el país permitir a sus hijas reírse con bromas realizadas en base a una actividad no sólo vergonzosa, sino degradante para el que la practique y que causa mucho dolor y sufrimiento en el mundo? ¿Acaso no les importaría que sus hijas una vez se hayan hecho mayores lleguen a casa y les digan "ayer por fin cobré, mami, tuve un cliente que se corrió en mi boca y que me metió veinte euros en la rajita; esta noche invito yo"?

Ya con sólo eso sería suficiente para que les cerrasen el chiringuito, pero en cambio estuvieron en antena durante largos años, con unas cifras de audiencia que batían récords cada vez que se emitía un capítulo. Y con la prostituta integrada en la sociedad no se acaba la cosa. Estaba el facha español, el ex-toxicómano, el mariquita, el cani, la choni, la maruja... Todo muy típico, muy cañí, muy repetido hasta el vómito. Y a cada cual más odioso. ¿Cuál es peor, el niño cani que me recuerda a los desgraciados que me puteaban en clase o al ex-yonki que más que el mono parecía que tenía un severo retraso mental? No sé, creo que sigo odiando más al personaje de la puta por todo lo que representa.

En fin, "Aída" esa gran serie llena de mierda en la cual se aglutinan todos los estereotipos que más detesto en el mundo, al fin se ha acabado. Pero un rebaño de proporciones colosales formado por sus fieles seguidores se ha formado en este país, y será un cáncer difícil de extirpar.

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